Bebidas energéticas: ¿impulso o exceso?
Mitos, realidades, y otras cosas que debes saber antes de abrir la próxima lata.
MIAMI, FLORIDA – JULIO 2025
Las bebidas energéticas son populares entre jóvenes, estudiantes y trabajadores que buscan un impulso rápido. Contienen cafeína, taurina, azúcar y vitaminas, y prometen mejorar el estado de alerta y el rendimiento. Pero, ¿realmente ayudan, o pueden ser un riesgo?
En dosis moderadas, pueden mejorar la concentración y reducir la fatiga temporalmente. Algunas fórmulas incluyen electrolitos o suplementos que podrían beneficiar a ciertos deportistas. Sin embargo, su consumo excesivo puede generar efectos secundarios como insomnio, nerviosismo, aumento de la presión arterial y palpitaciones.
Además, muchas tienen un alto contenido de azúcar, lo que puede afectar la salud metabólica a largo plazo. Cuando se mezclan con alcohol, el riesgo aumenta: la sensación de energía puede ocultar los efectos del alcohol, llevando a decisiones poco seguras.
En resumen, no son malas, pero tampoco inofensivas. Usadas con responsabilidad y de forma ocasional, pueden ser útiles. Aun así, no reemplazan el descanso, la hidratación ni una alimentación equilibrada. Antes de tomarlas, vale la pena preguntarse: ¿realmente necesito energía, o solo necesito una pausa?
Tres cosas a tener en cuenta al elegir una bebida energética:
CONTENIDO DE CAFEÍNA: No todas las bebidas energéticas son iguales. Algunas contienen hasta 300 mg de cafeína por porción, lo cual puede ser demasiado si ya consumes café u otros estimulantes. Revisa la etiqueta y procura no superar los 400 mg diarios recomendados para adultos.
AZÚCAR Y CALORÍAS: Muchas bebidas energéticas tienen altos niveles de azúcar, lo que puede contribuir al aumento de peso y afectar la salud metabólica. Si buscas una opción más ligera, opta por versiones sin azúcar o con bajo contenido calórico.
PROPÓSITO Y MOMENTO DE CONSUMO: No es lo mismo tomar una bebida energética antes de hacer ejercicio que usarla para mantenerse despierto toda la noche. Piensa en por qué la necesitas y si realmente es la mejor opción. A veces, una siesta corta o una buena hidratación puede ser más efectiva y saludable.