Otra cancha, la misma pasión: La evolución de Jhonnatan Medina
De la elite del tenis a la nueva era del pickleball, el atleta venezolano redefine su carrera sin perder el amor a la raqueta.
MIAMI, FLORIDA – JULIO 2025
A veces, las nuevas pasiones llegan sin anuncio, como quien entra por la puerta trasera de tu vida y de pronto se instala para siempre. Para Jhonnatan Medina Álvarez, extenista profesional y jugador de Copa Davis, el pickleball no fue amor a primera vista, pero casi. “Lo descubrí por pura casualidad”, me cuenta con ese tono relajado de quien ya ha vivido varias vidas dentro de la suya. Fue en una conversación post-COVID con su mejor amiga y coach. Ella hablaba con entusiasmo de este deporte todavía medio desconocido para muchos, pero vibrante y en crecimiento. Jhonnatan escuchó, se intrigó, y terminó asistiendo a un evento local. “Vi a todo el mundo jugando con tanta alegría, con tanta intensidad… me acerqué y desde el primer golpe sentí una conexión inmediata.”
Hablar con Jhonnatan es conversar con alguien que respira deporte, pero no desde la obsesión ni la vanidad, sino desde un lugar de búsqueda constante. La transición del tenis al pickleball no fue un proceso automático. “Al principio fue un reto. Aunque el tenis me dio una ventaja inicial, tuve que entender rápidamente que no podía jugar igual. Era otro ritmo, otra estrategia. Tuve que ajustar movimientos, cambiar golpes técnicos y, sobre todo, renovar la forma en que veía la competencia.” Hay algo admirable en su humildad: a pesar de su trayectoria en las grandes ligas, habla del aprendizaje como si fuera su estado natural. “El pickleball está en una evolución constante. Lo que me servía cuando empecé ya no me sirve hoy. Esa transformación me ha enseñado a ser más flexible, más adaptable.”
Y esa capacidad de adaptación no solo le ha servido para reinventarse como deportista, sino también como ser humano. “Antes del pickleball no tenía un hobby, y eso es clave para mantener el equilibrio entre la vida y el trabajo.” Lo dice como quien ha probado el desbalance y sabe que no quiere volver allí. “Cuando empecé a tomarlo más en serio, mejoré mi estado físico para aguantar la carga de entrenamientos y torneos, pero lo más importante ha sido la claridad mental. Me ha dado propósito, bienestar emocional, equilibrio. Compartir, aprender constantemente, desafiarme... todo eso me mantiene presente.”
Hay una palabra que ronda la conversación, aunque no siempre se pronuncie: familia. “Mis padres fueron mi mayor influencia. No solo me apoyaron desde siempre, sino que me enseñaron que el deporte es una herramienta de crecimiento personal.” Pero más allá de la sangre, hay una comunidad que también inspira. “Muchas personas me han hecho entender la responsabilidad que conlleva formar parte de un deporte. Es una plataforma para impactar positivamente.”
¿Y cómo se maneja esa tensión entre el fuego de la competencia y el disfrute puro del juego? Jhonnatan lo tiene claro: “Recordando que jugar es un privilegio. Me preparo para competir al máximo nivel, pero nunca olvido por qué empecé: por la necesidad de competir, sí, pero también por vivir experiencias.” Esas experiencias son las que, según él, hacen que el pickleball tenga algo especial, casi magnético. “Es inclusivo por naturaleza. No importa si tienes 10 o 70 años, si eres atleta o principiante. Siempre hay una forma de participar, de moverte, de sentirte parte de una comunidad que respira este deporte como algo esencial para su bienestar.”
Hoy, Jhonnatan forma parte del equipo Nox, una de las marcas que está apostando con fuerza por el crecimiento del pickleball. “Para mí, es un honor y una responsabilidad. Nox no es solo una marca, es una cultura. Representar esos valores de calidad, compromiso y visión de futuro es algo que no tomo a la ligera.” Su forma de hablar lo delata: no está aquí solo para ganar, está para construir algo más grande.
Antes de terminar, le lanzo una de esas preguntas imposibles, de las que obligan a resumir en una palabra lo que a veces ni cabe en una vida. Si tuvieras que describir el pickleball en una sola palabra, ¿cuál sería? No duda: “Conexión. Porque conecta culturas, estilos de juego y bienestar social. Y eso, para mí, es una satisfacción enorme.”
Jhonnatan Medina Álvarez no solo cambió de deporte. Cambió de escenario sin perder el guion. Dejó la elegancia del tenis por la intensidad del pickleball, sin sacrificar lo esencial: esa constante búsqueda de significado que convierte a algunos atletas en algo más que ganadores.